lunes, 8 de diciembre de 2008

El cuento se acabó: Adios Canterville


Solo una vez habían cruzado miradas acompañadas de medias sonrisas, sus corazones aceleraron el ritmo habitual y Juan a partir de ese dia empezó a fantasear. Las palabras lucen lejanas ahora.
La primera vez que se hablaron fue cuando Jill tocó la puerta del griego a devolver un recipiente de cristal que se habia prestado, Juan la vió y nervioso le mandó un saludo debil. Asi un dia Juan no encontró a Fernan y se quedo sentado en el muro que se situaba enfrente de la casa del griego y al rato Jill salió a tender ropa en el patio compartido, Juan se acercó a saludarla y le ofrecio ayuda en el tendido de las sabanas y se pusieron a conversar de cosas poco importantes, hablaron de la escuela y de la música que se escuchaba en el ambiente iniciando una amistad que parecia duradera.
Pasaron 5 años y llegó el dia en ellos se besaron, muchas cosas habian cambiado para ambos, vivieron intensamente una semana alejados de todo y de todos, en ese fragmento de tiempo experimentaron todos los sentimientos y sensaciones, se amaron y se odiaron, compartieron y planificaron su vida.
El dinero se acabó y la subvención también, se enfrentaron a ciertas necesidades pero todo bien, luego Jill recibió una llamada de su madre y viajó con la promesa de regresar muy pronto, Juan esperó impaciente horas, dias, meses y años, Jill nunca regreso.

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